Un soplo y cicatriza








La piel
La herida
El ahogo.
Esa masa incontrolable,
jugosa, viscosa, suave.
Húmeda y seca a la vez.
Agrietada, plegable,
necesidad de estirarse,
contraer las paredes.
Se perfila suavemente un deseo,
la final línea.
Se abre la luz.
Y de nuevo una herida que asoma
y disfruta de ser mirada y mimada.
No discute,
abraza la suavidad de la caricia.
Un soplo y cicatriza.










La piel
La herida
El ahogo.
Esa masa incontrolable,
jugosa, viscosa, suave.
Húmeda y seca a la vez.
Agrietada, plegable,
necesidad de estirarse,
contraer las paredes.
Se perfila suavemente un deseo,
la final línea.
Se abre la luz.
Y de nuevo una herida que asoma
y disfruta de ser mirada y mimada.
No discute,
abraza la suavidad de la caricia.
Un soplo y cicatriza.